Puede parecer una trivialidad o un gusto pueril por el berrinche… pero por el hecho de que los huevos falten en La Habana una y otra vez debería rodar la cabeza de alguien…
La mala planificación, la no contratación a tiempo del pienso, la política de sustitución de gallinas o algún estreñimiento aviar masivo no pueden ser justificaciones válidas para que falte un producto que es casi de primera necesidad, pues representa la opción proteica más económica de los pobres.
El filete de claria a 32 pesos y la carne de puerco a 40 no los pueden pagar todos (de las demás cosas cárnicas ni hablar, pues forman parte de la dimensión desconocida).