Quantcast
Channel: elcolimador
Viewing all articles
Browse latest Browse all 126

Una pelea cubana contra McDonald’s

$
0
0

Lo que les voy a contar ahora parece jodedera, pero es verdadmc donalds:

Hace dos años Julio Manzini (por el apellido no sé si es cubano, italiano o ítalo – cubano, pero tampoco tiene mucha importancia) abrió una cafetería en la ciudad de Camagüey y para dárselas de pillo y experto en marketing le puso el nombre de “La McDonald’s Camagüeyana”, decorándola incluso con dos hermosos arcos dorados iguales a los de la empresa estadounidense.

¿Y?, se preguntaran ustedes, pues a fin de cuentas eso es una práctica normal aquí (lo de robarse los nombres famosos para bautizar timbiriches, digo).

Pues nada, que la transnacional se enteró del chiste y le mandó sus abogados al improvisado empresario para exigirle que retirara su nombre y su logo del frente de su establecimiento o de lo contrario se iba a enterar judicialmente de lo que era coquito con mortadella. Éste, después de comparar minuciosamente sus ingresos diarios de unos mil pesos cubanos con lo que a diario factura McDonald’s comprendió de inmediato que enfrentarse a la cadena de restaurantes de comida rápida más grande del mundo sería una batalla de león a mono y mono muerto, por lo que todavía no habían dado la espalda los picapleitos de los demandantes cuando ya estaba cogiendo tablas, pintura y papel sanitario para rebautizar su cafetería como “La Camagüeyana” (sin nada de McDonald’s).

Por supuesto que lo anterior es consecuencia de la nula cultura que tenemos los cubanos en todo lo que tiene que ver con los derechos de marca, patente, imagen y propiedad intelectual que abarcan desde una foto de Leo Messi hasta el más horrible de los culebrones latinoamericanos; y por eso los violamos diaria y abiertamente con una alegría que no conoce igual en cualquier rincón habitado de esta pelota azul.

Pero, ¿qué hubiese sucedido si Manzini en vez de rajar hubiese decidido darle la cara a la McDonald’s?¿Tendría la transnacional base jurídica en Cuba para demandar al violador de su marca?

Técnicamente sí, pues las marcas norteamericanas se encuentran registradas en nuestro país, como las marcas cubanas se encuentran registradas en Estados Unidos. Además, ambas naciones se rigen por las normas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) que les impone la obligación de combatir la piratería en cualquiera de sus formas.

Eso no quiere decir que los gobiernos de La Habana y Washington, enemistados por décadas, no se hayan, tradicionalmente, pasado esas regulaciones por el gorro. De hecho, un altísimo por ciento de la programación que se pasa por la televisión cubana es de procedencia norteamericana y por la misma no se paga un centavo – he ahí la respuesta a los que se preguntan por qué no se pone más contenido de otros países, !MONEY! – y los yanquis venden, contra todas las sanciones de la OMC, ron Havana Club made in Bacardí. Por lo que el panorama es complejo, pero en algún momento debe empezar a resolverse. Sobre todo ahora que los dos países han comenzado un proceso de normalización de sus relaciones.

Así que ya saben lo que les viene encima, piratas del siglo XXI.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 126

Trending Articles